Juan M Soria

Juan M Soria – Biopic

“¿Quién da más antes de poder ganar y enfrentarse al azar?”, se pregunta Juan M Soria en su tema “Idas y Vueltas”. La respuesta es él mismo, un artista que no tiene miedo a la hora de arriesgar y tomar decisiones importantes para poder vivir de lo que le gusta, la música.

Este joven artista nacido el 28 de junio de 1986 en la ciudad de Chivilcoy, se enamoró del rock y de la guitarra a los 8 años al ver un show de los Rolling Stones en Argentina. La figura de Keith Richards lo marcó y lo llevó a emprender un camino que sigue hasta el día de hoy.

A temprana edad, llevó el estudio y el conocimiento de la guitarra a tal nivel que llamó la atención de grandes personalidades del instrumento como Diego Mizrahi, que le dio un lugar en su escuela para que diera clases.

Pero la vida de conservatorio y de escuela no era todo para Juan, que con apetito de nuevas experiencias se lanzó a la ruta con como dice él “3 viejos lobos del rock” para poder comenzar no solo a vivir el otro lado de esta profesión sino para poder sentir lo que era trabajar con la música por primera vez. Todos los fines de semana salía de gira por el interior del país con el único objetivo de tocar y tocar.

Terminada la secundaria, Juan tuvo que tomar su primera gran decisión: querer estudiar música. En sus palabras comenta “No vengo de una familia de músicos, para nada. No puedo decir que cuando era chico escuchaba practicar a mi papá o a mi mamá cantar canciones. No, no sé lo que es eso. Por este motivo, la discusión con ellos sobre mi futuro, fue difícil”. Pero Juan pudo hacer entenderles a sus padres que la música es todo para él, y así aplicó para la ITMC, una escuela terciaria de música ubicada en Saavedra, Buenos Aires, en donde obtuvo una beca completa por un año.

Salir a tocar y al mismo tiempo estudiar, lo llevó a conocer mucha gente y a tener diversas experiencia que lo llevaron a entender lo que era tocar para la gente, y para su propio ego. “Entendí que un músico arriba del escenario se tiene que entregar al 100% o por lo menos yo lo creo así”, afirma.

Pero como todos saben, la vida del músico es difícil, y mucho más en Argentina. Por eso, por un tiempo Juan debió recurrir a la herencia laboral familiar, trabajar en un banco. Durante 7 largos años debió cumplir un horario pero sin dejar atrás su pasión. Mientras contaba plata detrás de un mostrador, Juan se dio el lujo de pasar por diversas experiencias musicales, desde bandas de country y western, hasta proyectos de reggae y rock. Ha tocado en lugares míticos como el Gran Rex, abriendo para bandas como SOJA y

Groundation, junto a Calican Groove, y en el Luna Park teloneando a Ivete Sangalo. Además, junto a Aitor Graña, le abrieron el show a Manu Chao en el Estadio de Ferro.

Lejos de perder la motivación, comenzó a estudiar nuevamente guitarra con Pino Marrone y canto con Susana Rossi. “Con ellos aprendí a ver mi instrumento y la música desde otra perspectiva. Mas como un pintor que como un músico que solo toca por tocar”.

Con mayor confianza, llegó el momento en donde sus primeras composiciones empezaron a aparecer por la necesidad de sacar todo lo que tenía adentro. Y se hicieron realidad con su proyecto junto a Damián Chavez llamado Moos, con el cuál grabaron su primer disco con la producción del gran Tweety González. Pero al no poder plasmar del todo su música, decidió armar un trió junto a Aitor Graña en batería y Yulie Ruth en bajo para grabar “Idas y Vueltas” y “Blow the Truth”, sus dos primeros temas como solista.

Pero se avecinaba otra gran decisión en la historia de Juan. Tras meses de venir pensando en esto, decidió agarrar el timón y dar un giro de 360° grados en su vida, renunciar al banco e irse a probar suerte a la ciudad de Nueva York. Al principio era solo por 20 días que hoy se han convertido en un tiempo indefinido. Para un músico con su búsqueda, su hambre y su curiosidad, esta ciudad ha sido el nido ideal para cobijarlo en su etapa más creativa, y es por eso que hoy en día toca semanalmente por toda la ciudad, buscando ser escuchado y abierto a escuchar y experimentar diversos sonidos que se le apararezcan por delante.

Hoy, desde la “Gran Manzana”, nos presenta su primer disco de estudio llamado “Érase una vez”, un suave camino hecho canción que cuenta las experiencias de la vida de este joven que elije el rock, el blues y el folk como medios pertinentes para contar su historia, esa que los ocupados en su rutina laboral no se animan a explorar.